miércoles, 26 de diciembre de 2007

El cuerpo-dolor

Es como si lo hubiese escrito yo: no puedo estar más de acuerdo. Entre todos, lograremos despertarnos del sueño y vivir en el AHORA...
En tanto eres incapaz de acceder al poder del Ahora, cada dolor emocional que experimentas deja detrás de sí un residuo de dolor que vive en ti. Se mezcla con el dolor del pasado, el cual ya esta allí, y se instala en tu mente y en tu cuerpo. Esto, por supuesto, incluye el dolor que sufriste en tu niñez, causado por la inconciencia del mundo dentro del cual naciste.

El dolor acumulado es un campo energético negativo que ocupa tu cuerpo y tu mente. Si lo piensas como una entidad invisible con su propio derecho a existir, te estás acercando bastante a la realidad. Es el cuerpo del dolor emocional. Tiene dos formas de ser: dormido y activo. Un cuerpo-dolor puede permanecer dormido un 90% del tiempo. Sin embargo, en una persona profundamente infeliz, puede estar activo en un 100% del tiempo. Algunas personas viven casi enteramente a través de su cuerpo-dolor, mientras que otras tal vez lo experimenten solamente en ciertas situaciones, tales como en vínculos íntimos, o situaciones ligadas con pérdidas pasadas o abandonos, heridas físicas o emocionales, etc. Cualquier cosa puede dispararlo, particularmente si resuena con un patrón de dolor de tu pasado. Cuando está listo para despertarse de su estado de sueño, incluso un pensamiento o un inocente comentario hecho por alguien cercano a ti puede activarlo.

Algunos cuerpos-dolor son tremendamente desagradables pero relativamente inofensivos, por ejemplo, como un niño que no para de lloriquear. Otros son monstruos viciosos y destructivos, verdaderos demonios. Algunos son físicamente violentos, muchos otros son emocionalmente violentos. Algunos atacarán a personas cercanas o de tu entorno, mientras que otros te atacarán a ti, su huésped. Los pensamientos y los sentimientos que tienes acerca de tu vida se vuelven entonces profundamente negativos y autodestructivos. Las enfermedades y los accidentes muy a menudo son creados de ésta forma. Algunos cuerpos-dolor llevan a sus huéspedes al suicidio.

… Estate atento a cualquier signo de infelicidad en ti mismo, en la forma que sea – podría ser el cuerpo-dolor que se está despertando. Esto puede tomar la forma de irritación, impaciencia, un estado de animo sombrío, un deseo de lastimar, furia, queja, depresión, una necesidad de tener un drama en tu vínculo, y así. Agárralo en el momento en que se despierta de su estado de sueño.

El cuerpo-dolor quiere sobrevivir, tal como cualquier otra entidad que existe, y sólo puede sobrevivir si consigue que tú, inconscientemente, te identifiques con él. Entonces él puede levantarse, conquistarte, "convertirse en ti", y vivir a través de ti. Él necesita conseguir su "comida" a través de ti. Él se alimentará de cualquier experiencia que resuene con su propia energía, cualquier cosa que cree un poco más de dolor en la forma que sea: furia, destructividad, odio, duelo, drama emocional, violencia e incluso enfermedad. De modo que el cuerpo-dolor, cuando te ha conquistado, creará una situación en tu vida que refleja de vuelta su propia frecuencia de energía para alimentarse de ella. El dolor sólo puede alimentarse de dolor. El dolor no puede alimentarse de dicha. Le resulta bastante indigesta.

Una vez que el cuerpo-dolor te ha conquistado, tú quieres más dolor. Te conviertes en una víctima o en un perpetrador. Quieres provocar dolor o quieres sufrir el dolor, o ambos. En realidad no hay mucha diferencia entre los dos. Tú no estás conciente de esto, por supuesto, y clamarás vehementemente que no deseas el dolor. Pero mira de cerca y encontrarás que tu pensamiento y tu actitud están diseñados para mantener el dolor, para ti y para otros. Si ESTUVIERAS verdaderamente conciente de ello, el patrón se disolvería, porque desear más dolor es locura, y nadie puede estar loco concientemente.

El cuerpo-dolor, el cual es la sombra oscura proyectada por el ego, en realidad le tiene miedo a la luz de tu conciencia. Tiene miedo de que lo descubran. Su supervivencia depende de tu identificación inconsciente con él, así como de tu miedo inconsciente a enfrentar el viejo dolor que vive en ti. Pero si no lo enfrentas, si no traes la luz de tu conciencia hacia el dolor, serás forzado a vivirlo una y otra y otra vez. El cuerpo-dolor puede parecerte como un monstruo peligroso al que no puedes soportar mirar directamente, pero te aseguro que es un fantasma insustancial que no puede permanecer frente al poder de tu presencia.

Algunas enseñanzas espirituales declaran que todo dolor es en última instancia una ilusión, y eso es cierto. La pregunta es: ¿Es eso cierto para ti? Una mera creencia no lo convierte en realidad. ¿Quieres experimentar dolor por el resto de tu vida y seguir diciendo que es una ilusión? ¿Eso te libera del dolor? Lo que nos ocupa en este caso es, cómo puedes hacer para darte cuenta y REALIZAR esta verdad – o sea, hacerla real en tu propia experiencia.

Así que el cuerpo-dolor no quiere que tú lo observes directamente y lo veas tal cual es. El momento en que lo observes, siente su campo energético dentro de ti, y lleva tu atención hacia eso, entonces la identificación se rompe. Una dimensión de conciencia superior ha entrado. Yo la llamo PRESENCIA. Ahora tú eres el testigo o el observador del cuerpo-dolor. Esto significa que ya no puede usarte simulando ser t ú, y ya no puede alimentarse a través de ti. Has encontrado tu mayor fuente de fuerza interior. Has accedido al poder del Ahora.
Eckhart Tolle

lunes, 24 de diciembre de 2007

¿Ser feliz es boludo?

Una paciente con una vida difícil me decía el otro día que, cuando ella iba a un restaurante y veía a gente riéndose y hablando tonterías, se preguntaba porqué a algunas personas se les daba las cosas tan sencillas y si no era mejor ser boluda.

Hay unas cuantas ideas a considerar en este simple comentario. Por un lado, es una idealización bastante común creer que a los demás no les pasa nada y que todo lo malo le sucede a uno. No es cierto. Todos tenemos temas complicados y son a la medida de cada uno. Lo que para alguien es una nimiedad para otro tiene una enorme gravedad. No se pueden comparar porque cada uno lo vive y lo sufre a su manera.

Aquí, en el fondo, no importa lo que haya sucedido sino qué se hace con eso. El que se permite preguntarse el para qué y evoluciona y abre su corazón a la aceptación, la comprensión y el amor puede liberar las circunstancias y enriquecer su vida para siempre.

Otra consideración es que, cuando estamos atravesando etapas complicadas, tendemos a tomar la parte por el todo, a “tirar el bebé con el agua del baño”. Puede ser que determinados aspectos de nuestra vida estén oscuros pero no todo lo está, así que podemos darnos permiso para disfrutar de los luminosos. Y, aunque creamos que todo está enturbiado (cosa que no es cierto), igual podemos gozar con una buena comida, con una hermosa puesta de sol, caminando bajo los árboles y riéndonos por una tontería. La alegría es el antídoto en todo momento, sobre todo si aprendemos a reírnos de nosotros mismos.

No hay que olvidar tampoco la predisposición que arrastramos a repetir el pasado continuamente. Si tuvimos una infancia penosa, inconcientemente, reproducimos la situaciones, atrayendo las personas y los hechos que las cumplan. Agreguémosle el apego al sufrimiento, la adicción al dolor, la constante rememoración, el unirse a otras víctimas y tenemos cartón lleno.

Te recuerdo: no importa lo que haya pasado, puedes crear otra vida para vos, YA! Cada respiración te llena de nueva vida y energía: ¿la estás aprovechando para exhalar lo que ya no te sirve e inhalar lo que deseás?

Por otro lado, ¿te diste cuenta cómo la sociedad pone el énfasis (y valora) la conquista y la pesadumbre? Los grandes actores son los dramáticos, no los cómicos. Los medios de comunicación ensalzan las tragedias y su superación. Los grandes héroes son serios, duros, luchadores. La conclusión a la que llegó mi paciente es que ella creía que “ser feliz es boludo”. ¿No lo estás pensando acaso? Todos lo hacen. Una vida vale la pena (no la alegría) si está llena de dramas. En este fin de año te pido un favor: ¡SOLTÁ ESE CONCEPTO!! :-)

Déjalo ir con todas tus aflicciones y prejuicios. En este mismo instante, mientras escribo esto, tengo la radio prendida y están reproduciendo lo que dijo el ganador de un concurso de canto, Tití Fernández: “¡Qué lindo que es ser feliz! ¡Qué me importa que digan que es una boludez lo que siento! ¡Qué bueno que es emocionarse por los sueños y por lograrlos!!”. Así se comunica Dios: corroborando por cualquier medio lo que estás pensando. ¡Gracias!

Por eso, mi mejor deseo para estas Fiestas y este Nuevo Año es: ¡QUE SEAS FELIZ!

domingo, 23 de diciembre de 2007

Perfeccionismo

Estaba leyendo un artículo acerca del perfeccionismo, plaga difundida ampliamente pero poco reconocida, sobre todo porque la misma cultura la alienta y aplaude.

Dicen que hay tres clases: los luchadores orientados hacia sí mismos, que se esfuerzan para lograr niveles altos y que parecen estar en peligro de depresión por autocrítica; los fanáticos que se centran en lo externo y que esperan la perfección en los otros y que a menudo arruinan las relaciones; y los desesperados por alcanzar un ideal, que están convencidos de lo que los otros esperan de ellos, un factor de riesgo para el pensamiento suicida y los trastornos alimentarios.

Un factor fundamental de este tipo de comportamiento obsesivo es el “todo o nada”: o todo está perfecto o nada está bien. Es común el discurso que incluye estas palabras y, por supuesto, la conducta que la avala. El escritorio tiene que estar absolutamente en orden, el informe tiene que ser idealmente intachable, la casa tiene que estar pulcramente limpia, el cabello tiene que estar en su lugar, la personalidad tiene que ser un dechado de virtudes. Cualquier cosa menor a eso es impensable… o tiene que esforzarse para lograrlo a cualquier costo.

Obviamente, el “tengo que” no se cae jamás de los labios. Es un gran indicador de estas actitudes. Las consecuencias son conocidas: estrés, dolores de cabeza, contracturas, ansiedad, ataques de pánico, enfermedades psicosomáticas.

Por otro lado, el error no está permitido, jamás. No es tomado como parte del proceso, algo que ayuda a construir mejor sino como una caída, un fracaso. En este todo o nada, si se lo hace mal una vez ya no se podrá hacerlo bien nunca más. Es lo que hace fracasar muchas veces los tratamientos para adelgazar, dejar el cigarrillo, las drogas, el alcohol o cualquier hábito.

Este perfeccionismo surgió tempranamente como una idealización en procura de amor, aceptación, aprobación, seguridad, supervivencia. El niño creyó que, siendo perfecto, sería amado (o lo que necesitara desesperadamente). Por eso, es importante ir al fondo del tema y liberar esos patrones para aceptarse plenamente como un ser humano en proceso de creación continua, con luces y sombras. Amarse incondicionalmente es el antídoto.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Días

Quería ir a una librería y caminé hasta Cabildo (la avenida comercial del barrio en el que vivo, Belgrano) y era una marea humana. Huí porque no podía soportar tanta gente.

Las fiestas de fin de año se han convertido en una tropelía de comidas y compras. Como dije en un artículo, el fin de la vida parece haberse reducido a: “Nacemos, compramos y morimos”. El lado positivo es que recordamos el espíritu amoroso que las originó y nos encontramos con personas queridas y la pasamos bien.

De cualquier forma, hace tiempo ya que no estoy enganchada de las fiestas. En realidad, me parecen una oportunidad para cerrar el año y agradecer por todo lo acontecido a la vez que para proponerme crear nuevas situaciones y actitudes.

En este estar “aquí y ahora”, cada día tiene su principio, su fin, su gloria, su afán, su promesa, su resultado. Cada día es un mundo en sí mismo. No encuentro diferencias entre uno de inicio, otro de mitad y otro de fin de año. Cuando vivís en el presente, todos son igual de valiosos, de interesantes, de potencialmente maravillosos. Estará en mí que lo sean.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Sanación





Abrí tu corazón a la sanación que está siempre disponible para vos.
Nada es más grande que tu propio poder.
Nada es más fuerte que el amor que te tengas.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Tomen acción

Recibí esta canalización del Arcángel Uriel a través de Jennifer Hoffman y me pareció muy adecuada para algunas consultas que he tenido:

Cada uno de ustedes tiene la habilidad de manifestar cualquier cosa que quieran en su realidad. Así es como ustedes co-crean su realidad y cuando saben cómo usar este poder los resultados que obtienen puede sobrepasar sus expectativas. Pero el Universo trabaja con ustedes, no para ustedes y su enfoque e intención deben estar acompañadas por su voluntad de tomar acción. Si ustedes no toman acción, los resultados serán suspendidos en su campo de posibilidades, esperando a que ustedes se conecten con ellas.

Todo lo que quieren está incluido en su campo de ilimitadas posibilidades. Este campo incluye todos los caminos posibles para su vida. Está cambiando constantemente, pues cuando elevan su vibración incrementan el rango de posibles resultados y creaciones. Ustedes crean limitación cuando no pueden tomar acción a causa de su duda, miedo y creencia en cuánto merecen recibir. Todo lo que quieren está disponible para ustedes – si no, no lo querrían o lo considerarían.

El Universo les responde cada petición. Ninguna petición carece de importancia, no es ni tan grande ni tan pequeña. Cada oración es respondida, sin importar cuán suavemente sea dicha. ¿Tienen la voluntad para tomar acción cuando sus oraciones son respondidas? Su voluntad para atravesar cada puerta que se abre, para conectarse con cada posibilidad y para confiar en que ustedes son un creador poderoso indica su voluntad para tomar acción, para avanzar y para confiar en que el Universo les provee en todas las formas.

Así como no pueden recibir si no piden, no pueden experimentar su habilidad para manifestar si no actúan. Liberen sus miedos y dudas; sepan que merecen cada cosa buena y más. Vean su vida desarrollarse en completa perfección y experimenten la alegría, la paz, la abundancia y el amor incondicional que son su derecho de nacimiento. Después tomen acción y conéctense con los milagros que se les presenten. Confíen en su propio poder y en la voluntad del Universo para satisfacerles en cada punto de necesidad. Creen el cielo en su realidad y disfruten el ilimitado potencial de su poder.

lunes, 17 de diciembre de 2007

No te detengas

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...
Walt Whitman

De fuego y chamuscones

Últimamente, he tenido algunos “roces” con personas, básicamente, por mi forma de ser. Soy ariana, no hay mucho más que decir. Obviamente, esto no es una justificación, sino una corroboración de una actitud que he tratado (y trato) de moderar continuamente. Para quienes no entienden lo que trato de decir: soy demasiado directa y frontal y me cuestan la diplomacia y las buenas maneras.

Me pregunté también porqué sucede justo ahora, si bien por supuesto ha pasado otras veces, se juntaron algunas en poco tiempo. Comprendí que, como siempre, lo negativo viene junto con lo positivo. Trataré de explicarme, usando la astrología de nuevo. Soy Aries, ascendente Piscis. Una combinación difícil.

Desde hace un tiempo, he estado muy metida en mi ascendente, pero recientemente entendí que, para lo que vine a hacer, debo brillar en mi Sol. He sido pionera toda mi vida, pero ahora es un tiempo decisivo para activarlo. Como dije en el Boletín anterior, se cierran ciclos y es hora de ir a fondo con la Nueva Energía. Para esto, cada uno debe echar mano a sus dones más grandes y caminar confiada y alegremente. ¿Cuál es una de mis mejores virtudes? Usar mi fuego para encender el de otros. Claro que, a veces, el fuego quema. Me disculpo con quienes chamusqué en mi afán de iluminarlos.

Después de escribir esto, decidí consultar el Tarot que uso a veces, el de Madre Paz, uno con una visión femenina de la vida. ¡Creer o reventar!! Me salió La Maga y dice:
“Cuando aparece esta carta, significa que tienes un don de energía; estás motivada a hacer, a actuar, a avanzar. La Maga representa la conciencia solar (Aries) y la energía de Marte. Te puedes sentir orientada hacia algún objetivo, con propósito y auto-motivación. Hay calidez para tu personalidad, autoconfianza irradiante hacia otros y que estimula a actuar. Como Maestra del Fuego, puedes alcanzar y tocar a alguien despertando sus eficaces energías de vida con la intensidad de la tuya. Deseas fuertemente hacer algo creativo o activo, conseguir lo que anhelas. Para tener éxito, el fuego de tu pasión te da poder. Lo que quieres puede ser personal y centrado en ti misma o puede estar dirigido por un deseo o propósito “superior” que estás canalizando. Puedes estar interesada en alguna causa o ser pionera de alguna forma para ayudar a otros y al mismo tiempo a ti misma. El credo de las brujas para realizar una magia exitosa y positiva es: “Haz lo que desees sin dañar a nadie”.

Suscribo cada palabra y, de nuevo, pido perdón si dañé a alguien en el intento. Ya me conoces, entonces. Podría tostarte un poquito, pero es con las mejores intenciones: encender el fuego de tu alma para actualizar tus dones y disfrutar la vida que mereces.

viernes, 14 de diciembre de 2007

La onda verde

Como bien dice Anónimo (¡por favor! pongan sus nombres... es más personal) en su comentario al post anterior, los cambios suceden lentamente. Esto es algo difícil de sobrellevar muchas veces.

Está en el deseo y en la fantasía de todos que, con un par de afirmaciones y un plan de lo que deseamos, el mundo se transformará inmediatamente. Como no sucede así, se vuelve a lo mismo y, cuando aparece un nuevo libro, un nuevo terapeuta, un nuevo curso, la esperanza renace... para decaer otra vez cuando los resultados no se dan.

Eso es poner el poder en el afuera. Nadie lo hace por uno. No es posible tapar el sol con un dedo. Es cierto que un terapeuta puede aportar herramientas eficaces y una energía de arranque que marque una diferencia, pero el que hace el trabajo es cada uno. Aquí hay dos factores de una mísma índole a tener en cuenta: al inicio, es pesado sustraerse de la densidad de la tercera dimensión y de lo que está pululando cual plaga en cualquier lado. Se necesita mucha constancia y una continua conciencia para RECORDARSE quien uno es y no caer en los lamentos y las vacilaciones del ego. Es totalmente normal caer una y mil veces hasta que exista una conexión más constante con el Ser que Somos. El tema aquí es volver. Si sabemos adónde, será fácil hacerlo cada vez que nos perdamos: YO SOY. YO SOY UN SER DE LUZ. YO PUEDO.

El otro tema es que, al estar en una nueva rejilla magnética, los tiempos y los procesos están acelerados. Al enlazarnos con la Nueva Energía y sus paradigmas, pueden darse situaciones maravillosas. Estoy recibiendo pacientes con largos años de sufrimiento que han llegado al tope (algo común en estos días) y que, por un lado, quieren resultados inmediatos porque están hartos del dolor y los dramas. Por otro lado, están dispuestos a liberar todo eso y tomar otra oportunidad. Esa conjunción hace que se produzcan situaciones más rápida y felizmente que en otros tiempos.

Por eso, insisto tanto en aprovechar los beneficios de esta coyuntura. Cuanto más se vibre en la Vieja Energía, cuanto más se quede uno estancado en la queja, la lucha, el enojo, la rigidez, las antiguas formas de lograr las cosas, más se sufre y se cae en circunstancias desastrosas. Es como ir en contra de lo que está entrando y así hacerlo más difícil.

Hoy, tenía que hacer muchísimos trámites. En algunos, todo fluyó fácilmente. En otros, se demoró bastante. Pero, igual, sentía que iba moviéndome como "por un tubo". Al volver de pleno caos en el centro, un viernes, pensé que no llegaría a mi clase de Pilates. Milagrosamente, el colectivo avanzó velozmente y llegué casi en horario.

Me acordé de la "onda verde" que está establecida en algunas avenidas para acelerar el tránsito. Así es la Nueva Energía. Cuando te conectás, te vas adelantando casi sin tropiezos ni detenciones. Fácil y sencillamente. Si tu mente lo cree, tu mente se conecta con esta realidad. Si no, ya lo sabés... ¿En cuál vas a vibrar?

jueves, 13 de diciembre de 2007

Feliz

Hoy, mientras tomaba un café con un amigo, él me decía: “estoy tan contento de vivir en este momento en la Tierra; hay tantos cambios, en mí y en mi alrededor; puedo colaborar para que otros también se transformen y sean lo que desean ser”. Estoy totalmente de acuerdo.

Estoy asistiendo a cambios extraordinarios en mis pacientes. Verdaderamente, la Luz está haciendo su trabajo, si se lo permitimos. Es abrir la puerta y entra a raudales. Todo y todos nos apoyan y guían. Somos los parteros. Y estoy feliz de dar/darme a Luz!!

lunes, 10 de diciembre de 2007

¿En qué flujo andamos?

Si la vida fuera (y creo que lo es) un flujo, un río, un torrente energético, podríamos reconocer distintas corrientes dentro de él. Como mínimo, un curso negativo y otro positivo (estoy simplificando a propósito). Conozco perfectamente cómo se sienten cada uno y qué cosas traen. Desde hace poco, estoy en uno positivo y no ceso de sorprenderme de todo lo que viene. Me costó ponerme en él porque estaba trabajando temas muy profundos y cruciales y necesité dejarme llevar por corrientes fuertes y densas (con total conocimiento).

Cuando decidí ciertas cosas desde el corazón, el flujo me maravilló con su abundancia y cuidado. ¿Será para siempre? Seguro que no. Ya aparecerá otra espiral de evolución, en la cual daré unos pasos para atrás a fin de tomar envión. Lo importante es que sepa esto y lo acepte y acompañe. La Vida se encarga del resto. ¡Y lo hace divinamente!!

¿Soltamos para reiniciar?

Siguiendo con el tema de la victimización: ¿cómo nos engañamos creyendo que lo estamos “solucionando”? He notado que muchos están siguiendo libros o películas como El secreto o Qué rayos sabemos y me preguntan porqué, si ellos hacen las afirmaciones y se imaginan lo que desean, no se les cumple. Entonces, se desmoralizan y vuelven a lo anterior para volver a recomenzar y así siguen, en un círculo vicioso que los va hundiendo en la desilusión cada vez más. Creo que es importante desilusionarse, así se puede construir con bases reales y no imaginarias, pero lo importante aquí es esta creencia en lo mágico, en lo instantáneo. La magia existe y es instantánea… después de haber podado las raíces de la victimización y la desvalorización. A riesgo de ser reiterativa: no se puede ocultar una vida de actitudes destructivas con un barniz de lindos pensamientos.

La conciencia es lo único que te sacará de donde estás. Pararte en un lugar de empoderamiento exige que te des cuenta de los lugares de víctima en los que te sostienes encarnizadamente. Y una de los peores cosas que puedes hacer es lucir las “medallas” de tus infortunios: los terribles padres que tuviste, los abusos que sufriste, el cónyuge que te humilla, los hijos que no consideran tus sacrificios, el trabajo degradante que tienes, el país miserable en que vives, las carencias que aguantas, etc., etc., etc.

Escucha atentamente: TÚ CREASTE TODO ESO. ESTE ES TU MUNDO. ¿No te gusta alguna cosa? CREA OTRA. Así como hiciste lo anterior, conciente o inconcientemente, haz algo diferente, ahora concientemente. Revisa tus actitudes. Deja de lamentarte. Pon manos a la obra, con alegría y entusiasmo. Poco a poco, todo cambiará.

Estamos en el último mes del año. Es un tiempo ideal para liberar. Para dejar ir lo que ya no te sirve, no te representa, no tiene que ver con lo mejor de ti. El año próximo es un año Uno (2+0+0+8=10=1). Es el comienzo de un ciclo maravilloso y entrará una Energía extremadamente potente para ayudarte a lograr lo que deseas desde tu corazón. Úsala. Si no, te vendrá en contra porque no podrás manejarla. Súbete a la Nueva Energía y fluye con ella. Estoy para ayudarte.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Integración sobre hielo

Adoro el patinaje artístico sobre hielo. Me engancho viendo los campeonatos mundiales y sufro con las caídas, me alegro cuando les salen trucos complicados, se me caen las lágrimas en pasajes emocionantes.

Al igual que la danza, por ejemplo, creo que condensan muchas virtudes consideradas opuestas: suavidad, potencia, gracia, fuerza, equilibrio, deporte, arte, musicalidad, flexibilidad, resistencia, exactitud, disciplina, pasión, belleza, constancia, trabajo, juego, creatividad, sensibilidad, consistencia, fluidez, alegría, expresión, caídas, superación, voluntad, perseverancia, amor, confianza… y podría seguir…

Puede hacerse individual y en pareja. Se unen y potencian los valores femeninos y masculinos, llenándome de belleza y emoción. Ese es el regalo de la integración.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Ser Mujer

Hasta mi juventud, odiaba ser mujer. Además de tener bastante energía masculina y corretear y explorar como un chico, observaba a mi madre y otras mujeres tan dependientes de sus esposos o de reglas sociales injustas que deploraba ser lo que era. Me rebelé prontamente y tuve muchos choques por eso. Yo quería otras cosas y trataba de ir por ellas. Tenía otro carácter y me costaba domarlo.

Ya más grande, en mis primeros trabajos, no soportaba las “estrategias” de mis compañeras haciendo el papel de víctima (llorando, yéndose al baño, poniendo caras de circunstancias) para manejar a sus jefes o lograr lo que querían a través de un poder encubierto y solapado. Las escuchaba contarse lo que hacían tanto en el trabajo como en sus vidas personales con otros hombres y me parecía humillante e hipócrita.

Yo era directa y sin vueltas y eso era parte del atractivo que tenía con los varones, que no estaban acostumbrados a esos tratos. También, por supuesto, me traía problemas. Tuve más de un despido por esa causa.

Muchas cosas fueron cambiando, ayudadas por los movimientos feministas. Al final, comencé a plantearme qué era ser mujer (lo sigo haciendo…). Comprendí las explotaciones del modelo patriarcal (John Lennon dijo que “la mujer era el negro del mundo”), pero entendí que no sólo eran hacia las mujeres. Los hombres también estaban prisioneros de sus roles y exigencias. No servía para nadie.

Con el tiempo, comprendí que hacer divisiones entre hombres y mujeres era continuar con el paradigma, cuyo máximo axioma es: “todos los hombres son…/todas las mujeres son…”: una generalización sin sentido ni posibilidades de entendimiento. Es cierto que hay diferencias en algunas cosas y es necesario tomarlas en cuenta, pero eso sirve para enriquecernos. No para complementarnos.

Creo que estamos en un tiempo de integración. En lugar de proyectar y servirnos de los aspectos de los demás, es hora de restituirlos internamente. Cada uno de nosotros tiene energía femenina y masculina, tiene arquetipos interiores que nos constituyen y asisten a ser y hacer lo que deseamos.

Mucha energía femenina está entrando ahora a nuestro hermoso planeta para equilibrar tanta energía masculina degradada. Hagamos cada uno su trabajo interno y ayudemos a la armonía de todos. Somos Uno. Esto es real y lo que yo pueda lograr en mí misma afectará al resto. Abandonemos el “esto o aquello” a favor del “esto y aquello”. Mujer/hombre. Hombre/mujer.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Yo, la víctima

El relato anterior (muy gracioso… y muy real!) es como normalmente actuamos desde el papel de víctima. Por supuesto, tendemos a creer que no lo hacemos, especialmente si estamos trabajando con nosotros mismos y ya nos consideramos concientes y fuera de este flagelo. Lamento desilusionarte/me: nadie de nosotros lo está.

Está incrustado en nuestras células, en nuestra sangre, en nuestros comentarios y pensamientos, en nuestras relaciones. Es una raíz insidiosa, propagada lenta y profundamente a lo largo de toda/s nuestra/s vida/s, instalada en las familias y la sociedad. Nadie está libre.

Toma muchos ropajes. El más trillado es, por supuesto, el de quien está bajo el dominio de alguien (padres, hermanos, jefes, amigos, etc.). Lo reconocemos fácilmente. Lo que no vemos es que ésa es una relación disfuncional en que ambos se necesitan mutuamente. En realidad, no hay víctima/victimario, sino que los dos están sujetos a una esclavitud que los desmerece como seres humanos. Tendemos a creer que la víctima no tiene poder aquí, pero sí lo posee: generalmente, obtiene determinados beneficios que cree que no conseguiría sola, la compasión y el apoyo de los demás, el control de las emociones del dominador a través de un sutil y complejo juego de manipulaciones en que ambos se degradan.

Otra forma de victimización es acusar a los demás de que no sean como nosotros deseamos que sean… por su bien. Muchas madres se amparan en esta manera para manejar a sus hijos, a través de la culpa, el dinero, la necesidad, el supuesto amor.

Otros llevan una vida de desgracias y hechos dramáticos y basan su identidad en esta lucha por sobrevivir, en ser fuertes y aguantar, en continuar a pesar de todo, pero es una máscara. La verdadera solución está en rever esta actitud y crear otro tipo de vida, sin necesidad de tanto desgaste de sufrimientos y “pruebas”.

Cuando estamos en un camino de superación, pasamos de victimizarnos por personas a hacerlo por la Vida, Dios o lo más alto que encontremos. Hace un tiempo, en que estuve en contacto con vidas pasadas, noté que contaba con una nueva excusa: no sólo era infeliz por las experiencias de esta existencia sino también por las anteriores!! ¡Qué estupidez! Por suerte me di cuenta, pero no ceso de encontrar ramificaciones de esta poderosa raíz.

Cada vez que pongo las causas afuera, me victimizo. Cada vez que culpo a alguien, me victimizo. Cada vez que me juzgo menos (menos cualquier cosa), me victimizo. Cada vez que dejo de maravillarme del Ser que Soy, me victimizo. Yo soy el centro de mi mundo. Yo soy el Sol de mi vida. Yo soy Dios. Suena omnipotente, ¿no? No, eso es del Ego. Yo soy los ojos, las manos, las piernas, el corazón de Dios y co-creo con Él el mundo. Por comenzar, mi mundo.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Rapidísimo

Me reí muchísimo con esto y creo que unos cuantos nos sentiremos identificados:

Espero el rápido de las ocho y veinte. Como soy viva-vivísima, me fijo en el lugar exacto de la ubicación de la puerta del tren anterior. Nadie es tan vivo-vivísimo como yo.
Se forman manojos de gente, multitudes se agolpan a varios metros de distancia, hacia la derecha, hacia la izquierda. Gente tonta con poco poder de observación. El rápido llega majestuoso. El rápido es un tren diferente. El rápido es un tren de larga distancia con asientos de cuero amplísimo y ventanas enormes.
El rápido es un tren diferente. Lo miro detenerse lentamente como quien mira la bola en la ruleta esperando que caiga en el colorado 30. Pero no, cae en el negro 20 y yo me quedo con cara de boluda justo en la mitad del vagón. Mi orgullo herido hace que no pueda decidir hacia qué puerta enfilar.
Entran todos, millones de experimentados viajadores que saben el lugar exacto de la ubicación de la puerta, una multitud de vivos-vivísimos que se empujan, se golpean, se putean y consiguen el bien más preciado: un asiento.
Yo viajo parada. No me importa. No me importa. No me importa. Viajar parada es bueno para la circulación. Además a mí me encanta viajar parada. En el pasillo, sin nadie que moleste mirando por la ventana que es casi toda la puerta. Una gran ventana para mí sola.
Me ubico en el mejor lugar del tren y abro mi librito. No me importa. No me importa.
No me importa que un señor gordito se siente en el suelo al lado mío y me engrampe contra la puerta, no me importa que el tren vaya a las chapas y no pueda agarrar el libro con las dos manos porque me tengo que sujetar de la manija para no caerme encima del gordito. El gordito se da cuenta de mi tambaleo y, por miedo a que en cualquier momento lo aplaste, se levanta. Tiene ojos claros el gordito. Parece una mirada buena y dulce, pero no, hay algo muy diabólico en ella.
El tren va a las chapas y pienso que esto no es normal. El tren va a descarrilar.
Inmediatamente me acuerdo de las medias pantys que llevo puestas. Tienen tres agujeros: uno en la punta del pie derecho y los otros dos en el culo. Hacia la derecha, hacia la izquierda. No, no es sexy, es lamentable. No me las rompieron a mordiscos apasionados.
Si descarrilamos jamás reconoceré que las medias estaban rotas antes del siniestro. No, jamás lo haré. Pienso en las veces que la abuela me dijo que había que salir con medias y bombacha limpitas y sanas por “si uno tenía un accidente”. También pienso en el pijama y las sábanas que se guardaban “para cuando venga el médico”.
El tren va a las chapas. Pronto va a descarrilar. Me veo en la ambulancia cubierta de sangre y con las medias rotas. No, definitivamente no voy a reconocerlo, no es sexy, es lamentable.
Y el gorrito. Me puse un gorrito de lana. Esta mañana me miré al espejo y me gustó.
Pero, ¿viste cómo son los espejos? El de la casa de uno es más amable, el de la casa de uno es un hipócrita maldito embustero comemierda. Las ventanas no mienten, las vidrieras tampoco. Parezco una loca. O una vieja. O una trola. Y todos me miran. Se ríen de mí porque viajo parada y por el gorrito. Se ríen por las medias, el accidente y la ambulancia. Se ríen de mí cubierta de sangre, intentando, con el hilo de vida que me queda, salvaguardar mi integridad.
Le grito al enfermero que las medias estaban sanas, que viajé parada porque es bueno para la circulación y que el gorrito no es mío, no, no es mío. Es de ese gordito que está allá. Sí, el que tiene ojos claros pero mirada diabólica, el que se salvó por levantarse a tiempo, el que ahora mismo se ríe de mi sistema circulatorio, de mi poder de observación, de mi gorrito, de mis medias.
Rosana Gutiérrez (http://laresacada.blogspot.com)

sábado, 1 de diciembre de 2007

La plenitud del ahora

Acabo de asear el departamento y estoy escuchando a Vinicius, Toquinho y María Creuza cantando en La Fusa (esto delata mi edad…) mientras tipeo. Hace calor pero estoy en una corriente de aire fresco que me da en la espalda desnuda. Siento el cuerpo vibrando de energía por la actividad. Miro todo ordenado y limpio y me entra una alegría de cosa nueva que me encanta (por eso dejo muchas veces que todo se haga un lío: por esta sensación). ¡Soy tan abundante! Miro cada cosa con aprecio y gratitud.

A la noche, voy a ir con unos amigos al cine y a comer. ¡Soy tan abundante! Estoy rodeada de gente maravillosa: familia, amigos, pacientes, conocidos. ¿Son maravillosos porque son perfectos? Por supuesto que no. Yo tampoco.

Estoy haciendo lo que soñé toda mi vida. No es un trabajo: es una vocación, una misión, una pasión, una profesión, un llamado, un servicio, una constante fuente de alegría, aprendizaje y creatividad, una canalización, contactos de alma a alma, encuentros pactados, una forma de vida, un camino a la prosperidad... ¡soy tan abundante!

Me siento agradecida por todo lo que soy. Por todo lo que soy ahora. Por este instante en que se juntan miles de coordenadas que me hacen esto que soy en este punto exacto. Sin pasado. Sin futuro. Yo soy. Yo puedo. ¡Soy tan abundante!