lunes, 28 de abril de 2008

Iris, la mensajera de la Diosa


Hace unos días, en una meditación, pedí saber qué aspecto de la Diosa estaba representando en este momento. Me vino el nombre IRIS y una presencia etérea. Me desconcertó porque no lo relacionaba con nada. Hoy, lo recordé y busqué en Google. Salió esto:

“Diosa Griega, hija de Taumante y la oceánide Electra. Personificación del Arco Iris, simboliza la unión entre el cielo y la tierra y la comunicación entre dioses y hombres. Junto a Hermes es la mensajera por excelencia. Transmite sobre todo los mensajes de Hera, por lo que se la consideraba una consejera y una guía. Es la esposa de Céfiro y la madre de Eros. Se la representaba con una amplia túnica de colores flotando en el aire (el Arco Iris es la estela que dejaba), alas en la espalda y el caduceo en la mano”.

¡Qué sorpresa! ¡Y cuántas cosas se alinearon! En mi carta natal, tengo Mercurio muy fuerte y conectado. Hace poco, abrí mis Registro Akáshicos y me dijeron que, en esta vida, pesaba mucho la encarnación de una sacerdotisa cretense que canalizaba a la Diosa en una cueva.

De la nada (si eso fuese posible…), charlando con una amiga mientras caminábamos por el Bosque de La Plata, hace un par de semanas, se me ocurrió lo de las “Tres Sesiones para transformar tu vida”, una canalización para mostrar un panorama completo y ayudar a decidir.

“Todo tiene que ver con todo” dijo alguien. Y con asumir mi compromiso. ¡Aquí estoy!

domingo, 27 de abril de 2008

¿Es "compromiso" una mala palabra?

Si sos uno de los que nada más la ve escrita y se brota, ya sabés a lo que me estoy refiriendo. Quizás, no llegués a comprender realmente de qué se tratan o te parezcan una carga que no podés sostener o los asumís livianamente y te caés cuando se ahondan o te paralizás por temor a tomarlos o adquirís demasiados hasta que te agotás.

Muchas veces, estas actitudes tienen que ver con la forma en que nuestros padres se han comprometido en relación a nosotros cuando éramos niños. Puede ser que no lo hicieran seriamente o, por el contrario, que lo tomaran como una obligación neurótica o que lo asumieran al comienzo y luego se desinteresaran o se marcharan o se murieran y eso constituyera un dolor insoportable.

La sociedad misma tiene mensajes contradictorios. Los idealiza o los fusiona con sacrificios y agobios o los niega infantilmente.

El compromiso es el fundamento de cualquier relación auténtica de amor. En una pareja, es lo que posibilitará que avance fructíferamente después que pasa el enamoramiento. Con los hijos, es lo que nos transformará de padres biológicos en padres verdaderos. En un trabajo o estudio, es lo que permitirá que profundicemos y progresemos plenamente. En una terapia o cualquier labor de desarrollo personal y/o espiritual, es lo que realmente nos conectará con las riquezas de nuestro interior.

Entonces, ¿por qué tantos problemas con los compromisos? Porque nos causan cambio, riesgo, crecimiento, dedicación y, también, dolor.

Veamos: cuando nos damos cuenta de que estamos estancados, sabemos que debemos evolucionar. Nuestra parte más sabia y conectada nos invita a movernos con la Vida, porque Ella es cambio constante, es mutación: algo debe morir para que nazca algo nuevo. Nos da miedo este proceso, ya que no estamos educados para pensar así. Nos aferramos a lo que somos y a lo que hay, por más que ya no funcione o suframos.

Ese paso supone un cierto riesgo. Estamos habituados a la seguridad y la comodidad de lo conocido. ¿Qué sucederá, qué ganaremos y qué perderemos, qué pasará con los otros?

Finalmente, se trata de crecer, de asumir nuevos roles, de dejar atrás las limitaciones que nos hemos impuesto, de liberar lo que ya no sirve o constituye una carga sin sentido, de desarrollarnos, de hacer uso de nuestra creatividad.

Esto requiere dedicación, constancia, paciencia, confianza, fe, valor. ¡Ufa! Mejor me quedo como estoy. ¿No es lo que pensaste? Y sí, parece demasiado. La clave aquí es no asustarse ante el gran panorama sino ir haciendo pequeños avances cada día. Como dice un proverbio chino: “un camino de mil kilómetros comienza con un paso”. Se trata de hacer lo necesario en cada momento, sin cargarse con el pasado ni con el futuro. Sostener la visión, mientras se va caminando paso a paso, en el aquí y ahora.

¿Será todo sobre un lecho de rosas? No, claro. Habrá momentos de dolor, de indecisión, de frustración, de ira, de tristeza. Pero, pensá un momento: ¿no los tenés ya? ¿Y qué estás consiguiendo? ¿Hacia adónde estás yendo? ¿Están mezclados con otros de entusiasmo, alegría, autoestima, respeto, fuerza, logro, creatividad, plenitud, amor? Eso es lo que obtendrás si cambiás.

¿Y el compromiso? Es lo que te mantendrá firme y confiado. Si no asumís el compromiso por lo que decidas, caerás una y otra vez. Pero, ¿qué pasa si nunca lo has hecho o has tenido malas experiencias con asumirlo? Comenzá con pequeñas cosas. Observá lo bien que te sentís cuando lo lográs. Concientizá los temores y enfrentalos, con calma y confianza.

Date cuenta de que, cuando te comprometés, te liberás. Al contrario de lo que creés, ser irresponsable o no aceptar los cambios que necesitás, te mantiene prisionero de lo que temés, te hace débil, te victimiza, te mantiene en una mediocridad gris y enfermiza.

Por eso, asumí el mejor compromiso que podés hacer: con vos mismo. ¡Lo lograrás!

sábado, 26 de abril de 2008

Es lo que hay...

Siempre me ha gustado esta frase. La digo frecuentemente. Muchos la usan como una excusa para su conformidad, su resignación.

Para mí, es una forma corta de aceptar lo que es. La aceptación es el primer paso para hacer cambios. Si peleo o niego o denigro lo que soy y sucede, no podré asumir el compromiso de transformarlo.

Entonces, comienzo riéndome de mí misma… es lo que hay!

jueves, 24 de abril de 2008

Regalos al alcance de la mano

Mientras hacía Chi Kung en la plaza, encontré regalos en las cuatro direcciones:

Cuando giré hacia la izquierda, el sol iluminaba entre dos edificios, a través de los árboles y un poco de humo, formando un bloque de luz directo a un césped verde brillante.

Me moví a la derecha y una bandada de palomas voló sobre nosotros hacia el otro extremo de la plaza.

Miré al frente y una bella pareja de ancianos, con sus pelos blancos largos y sueltos, caminaban en línea recta una y otra vez, con una sonrisa en los labios cuando se encontraban en el medio.

Giré atrás y vi sentados en un banco a un anciano con sus mejores galas de hace cuarenta años junto a un adolescente punk, que nos miraban atentamente.

Al final de una danza, en la que lentamente levantamos los brazos al Cielo, no pude menos que decir: ¡Gracias, gracias, gracias!

martes, 22 de abril de 2008

Tres sesiones para transformar tu vida

Tengo que tomar una decisión… y ya!
Estoy confundido / estancado / temeroso / desmotivado / agotado / harto.
Me cuesta darme cuenta de lo que me pasa y de mi entorno.
Sé que esto (relación, trabajo, estudio, lugar, etc.) está terminado pero no sé para adónde ir ahora.

Estas son cuestiones que me plantean continuamente las personas que me consultan. Estamos inmersos en grandes cambios y la confusión reina. Contar con un enfoque definido, entonces, se torna fundamental. Te propongo tres sesiones por Internet para lograrlo.

PROCEDIMIENTO:
En la primera sesión, recibirás un Cuestionario para contestar que te comenzará a esclarecer tu situación al tomar conciencia de lo que eres y te sucede. Algunas de las once preguntas que contiene este Cuestionario son:

¿Qué te está pasando internamente, de qué lugar surge tu cuestionamiento?
¿Cuál es el desafío central, el obstáculo?
¿Qué esperas y temes?
¿Cuál sería la resolución?

En la segunda sesión, recibirás un completo panorama integral que te asistirá para clarificarte e iniciar un nuevo camino.

En la tercera sesión, podrás consultar tus dudas y recibir sugerencias para ponerlo en marcha.

INVERSIÓN:
$ 150.- para Argentina
u$ 100.- para el Resto
€ 150.- para Europa

FORMAS DE PAGO:
Para ARGENTINA: (en pesos)
Por Tarjetas de Crédito, Rapipago o Pago Fácil: a través de DINEROMAIL en el sitio.
Por depósito o transferencia a cuenta del Banco Santander Río.

Para el RESTO: (en dólares)
Por Tarjetas de Crédito: a través de PAYPAL en el sitio.

Además:
Para ESPAÑA: (en euros): Por depósito o transferencia a cuenta del Banco BBVA.
Para MÉXICO: (en pesos): Por depósito o transferencia a cuenta del Banco Banamex.

Como Maestra de la Nueva Energía, te he estado animando a que te liberes de los viejos paradigmas de sufrimiento y lucha. El primer paso es que puedas observar tu vida desde una óptica diferente y que tomes conciencia de tu lugar en el mundo y de cuáles son las oportunidades y desafíos que se presentan ante ti.

Te ofrezco la posibilidad de canalizar esta información y darte los primeros consejos para realizar la transformación que tanto sueñas. Cuando te pierdes en el temor, la duda, la mediocridad, la resignación, te pierdes de ti mismo y no reconoces los recursos que ya posees ni el enorme potencial que traes.

Al contrario de lo que te han hecho creer, tú ya eres y tienes lo que necesitas para lograr lo que deseas. El único problema es que no lo aprecias. No te han “tirado” a la Vida para que le arranques un poquito de felicidad y de abundancia. Has elegido venir para crecer, expandirte, amar, disfrutar, co-crear con el Creador.

¡¿Y te lo vas a perder?!! Comienza ahora a expresar lo que ya eres en tu interior. Te acompaño desde el alma.

domingo, 20 de abril de 2008

Luna de Wesak

Hoy es una luna llena especial: la de Wesak, la del Buda bendiciéndonos a todos. Me nació meditarla en la Plaza de Barrancas, rodeada de árboles centenarios, niños riendo en los juegos, parejas sentadas en los bancos, otras bailando tango en la glorieta; una noche excepcionalmente tibia y apacible.

Se me ocurrió ver cómo andaban mi masculino y mi femenino, teniendo en cuenta que Buda es una expresión del Masculino Mental (entre otras cosas, por supuesto). Me surgió un hombre de campo, recorriendo a caballo grandes extensiones de sembradíos de toda clase. Me encantó este Masculino productivo, gozando los frutos de su quehacer (¡eso espero yo!). Del lado izquierdo, se me apareció una Terapeuta, muy amorosa y en múltiples actividades. Pueden ser proyecciones, ya que eso es lo que deseo en este momento… o un destello del futuro cercano… o lo que ya soy y no incorporo totalmente… o todo eso… soy incontables niveles, siendo al mismo tiempo… alimentándose unos a otros…

Como la Luna, la Luz baña a todos, en una luminosidad fosforescente y serena.

viernes, 18 de abril de 2008

Hay humo en tus ojos...

Estamos irritados (en todos los sentidos) por esta invasión de humo. Es interesante notar las metáforas que nos acerca este fenómeno (humano):
- ¿qué no queremos ver?
- ¿en qué nos ocultamos?
- ¿qué nos irrita, nos congestiona, nos inflama, nos quema, nos pica?
- ¿qué tan lejos llega nuestra irresponsabilidad?
- ¿a cuántos afectamos en nuestro accionar?
- ¿cuántas excusas usamos para no hacer determinadas cosas?
- ¿cómo caemos en la histeria colectiva?
- ¿se te ocurren otras?

miércoles, 16 de abril de 2008

Encuentro cordobés

Tal como nos habíamos prometido, cinco amigas fuimos a visitar a Roxi a Villa Giardino, adonde se mudó hace poco con su esposo. Amelia desde La Plata, Cata desde Chile, Marilú desde Moreno, Olga y yo desde Capital nos reunimos en una hermosa casa en la ladera de la sierra y nos llenamos de verde, de paz, de belleza, de charlas, de comida, de paseos, de amistad.

Con dos primeros días muy fríos (y con algo de lluvia) y otros dos soleados, aprovechamos para compartir lo que nos estaba pasando a cada una en una comunicación respetuosa, divertida y cariñosa. Con situaciones de vida muy diferentes, con pasados muy variados, con experiencias muy distintas, podemos hallar la unidad en la diversidad con alegría y bonitas propuestas. Ahora, nos prometimos encontrarnos en Santiago.

Todas coincidimos en el efecto “Naturaleza”: una baja instantánea en los decibeles, una entrada en alfa automática, que permite apreciar los beneficios de la quietud en lo interior. Hoy, me resulta difícil estar en la ciudad. Todavía me dura la calma y me cuesta la pesadez de Buenos Aires. Ya entraré en órbita…

jueves, 10 de abril de 2008

Fascinante

Uso mucho esta palabra. Me di cuenta hoy charlando con alguien. Sinónimos son: hechizante, embrujador, magnético, encantador, atractivo, hipnotizante, embelesador, cautivante, maravilloso, asombroso, deslumbrante. Me gusta…

La usé más que nada en dos cosas: la Vida es fascinante y mi vida es fascinante. En realidad, no es que lo piense continuamente y aquí está lo que llamó mi atención: DE VERDAD son fascinantes, pero no tomo conciencia de ello.

Creo que tendemos a caer en la rutina y ver lo cotidiano como “normal”, cuando todo es un milagro, un misterio. Al contarle a alguien que no me conoce aspectos de mi vida y de mi filosofía, caigo en la cuenta de que son fascinantes y de que en algunos períodos lo han sido muchísimo.

Tomar cada momento, cada persona, cada situación, cada cosa como deslumbrantes, como dignas de maravillarnos debería ser lo común, no lo opuesto. Perdemos la perspectiva al caer en la inercia de lo conocido. En realidad, no conocemos nada. Apelamos a la memoria, a la seguridad de lo transitado, a la repetición condicionante para no abrirnos profundamente al enigma de la Verdad.

Hablando de transitado, hace mucho leí un excelente libro de M. Scott Peck cuyo título fue traducido (malamente) como La Nueva Psicología del Amor. En inglés, se llama The Road Less Travelled, línea que está tomada de un poema de Robert Frost. Me sentí muy identificada con esa frase porque generalmente he tomado el camino menos transitado.

Eso no implica que sea más difícil ni mejor ni preferible. Simplemente, es una elección. Con quien charlaba hoy, tocamos el tema de no quedarnos con la versión “archivada” de todo, sino ir más allá, hacia el significado oculto incluso de lo común. Cualquier cosa puede llevarnos hacia una epifanía fascinante si nos dejamos invadir por el misterio.

lunes, 7 de abril de 2008

¿Qué es exactamente el desapego?

Primero, aclaremos lo que no es el desapego. El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferentes a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.

De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o de un problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso ) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver. El desapego se basa en las premisas de que cada persona es responsable de sí misma, en que no podemos resolver problemas que no nos corresponde solucionar, y que preocuparnos no nos sirve de nada. Adoptamos una política de no meter las manos en las responsabilidades de otras personas y en vez de ello, de atender a las nuestras.

Si la gente se ha fabricado desastres a sí misma, le permitimos enfrentar las consecuencias. Le permitimos a la gente ser como es en realidad. Le damos la libertad de ser responsable y de madurar. Y nos damos a nosotros mismos la misma libertad. Vivimos nuestra propia vida al máximo de nuestra capacidad. Luchamos para discernir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no podemos cambiar.

Luego dejamos de tratar de cambiar aquello que no podemos. Hacemos lo que podemos para resolver un problema, y luego dejamos de hacernos la vida de cuadritos. Si no podemos solucionar un problema después de intentarlo seriamente, aprendemos a vivir con ese problema o a pesar de él. Y tratamos de vivir felices, concentrándonos heroicamente en lo que de bueno tiene la vida hoy, y sintiéndonos agradecidos por ello. Aprendemos la mágica lección de que sacarle el máximo provecho a lo que tenemos multiplica lo bueno en nuestras vidas.

El desapego implica - "vivir el momento presente" - vivir en el aquí y en el ahora -. Permitimos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho a cada día.

El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo.

Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo. Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas ) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

Judi Hollis escribió acerca del desapego en una parte de su libro La obesidad es un problema familiar. Ahí ella describe el desapego como "una saludable neutralidad". Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe: significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos sin volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso y compulsorio, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.

Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas.

Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o responsabilidad hacia los demás. En ocasiones, el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos mismos. Cada quien atiende sus propios asuntos.

El desapego es una acción y un arte. Es un modo de vida. ¿Cómo nos desapegamos? ¿Cómo separamos nuestras emociones, nuestra mente, espíritu y cuerpo de la agonía del involucramiento? Lo mejor que podemos. Y, probablemente, un poco torpemente al principio. Un antiguo dicho sugiere una fórmula de tres partes llamada honestamente, abiertamente y con voluntad de intentarlo. Si nos desapegamos, estamos en una mejor posición para trabajar sobre (o a través) de nuestras resentidas emociones. "Si estamos apegados, probablemente no hagamos nada más que estar siempre irritados."
Tomado del Libro : “Ya no seas codependiente” de Melody Beattie

Hace mucho que estoy aprendiendo acerca de este tema… ¡y sigo! Tengo una natural tendencia a pegarme, sacrificarme, asistir, que me ha traído muchos problemas. Al observarlo, noté todos los aspectos que se describen en el escrito y trabajé en ello. Me siento mejor ahora. Estoy pasando por un período de grandes desprendimientos (amigos, pacientes, ideas, actitudes, lugares) y, al principio, me dolieron mucho. Luego, comprendí la sabiduría de ello. Necesito confiar ciegamente en mi propio camino, en mi propia guía (y la de Dios). Necesito un espacio para mi crecimiento. Necesito una completa renovación. Luego… luego veremos.

viernes, 4 de abril de 2008

Canalizar

Como comenté hace un tiempo, cuando terminé la carrera de Terapeuta Integrativa, a los alumnos nos vinieron todos los miedos iniciales de qué decir, qué técnicas usar, cómo contener, etc. Entonces, nuestros maestros (Chía Rodríguez y Roberto Liaskowsky) nos tranquilizaron diciéndonos que íbamos a saber qué hacer porque nosotros no habíamos sólo leído acerca de la terapia, la habíamos incorporado, habíamos pasado por cada cosa vivencialmente, así que sabríamos qué sería lo mejor si escuchábamos el cuerpo, si estábamos atentos.

Yo hice exactamente eso: puse la mente en blanco cuando me hablaban y alguien (no sabía definir ese alguien) me decía qué era lo importante y simplemente me dejaba llevar. Inconcientemente, así abrí la puerta a muchas cosas, entre ellas a canalizar información.

Cada vez esto es más fuerte y preciso. Muchas veces, yo misma me sorprendo de lo que digo y de lo acertado que resulta. De cualquier forma, hace poco, me advirtieron que yo detengo mucho ese don. Es cierto, mi mente racional tiende a cerrar esta posibilidad, dudando de lo que recibo, sobre todo en lo referente a mí misma. Sé que es un gran error, entre otras cosas porque los dones del espíritu deben ser reconocidos, utilizados y bendecidos o se pierden.

Así que en eso estoy: abriéndome cada vez más a las voces amables y sabias de… no sé de quién… ¿de mí?, ¿de guías?, ¿de ángeles?... No sé, Todos Somos Uno.

miércoles, 2 de abril de 2008

¡Qué me cumpla feliz!

Hoy cumplo 53. Al escribir esto, se me vienen flashbacks de distintas épocas de mi vida: el espíritu está intacto. Tengo las mismas ganas de aprender, de dar, de recibir, de crear, de experimentar, de amar, de crecer, de alegrarme, de compartir.

Tengo actividades en marcha, unos cuantos proyectos, muchas ideas, un profundo deseo de SER. Me traen entusiasmo y luz.

En un rato, me reúno con un grupo de amigos y estuve cocinado algunas cositas. Recibí llamados y mensajes. Contesté algunos mails. Estoy descansando un poco.

El día comenzó gris y fresco y ahora está precioso. En la panza de mi madre, había tibieza y quietud; me encantaba. Cuando llegó la hora, no veía el momento de salir porque tenía tanto para hacer, traía tanto para colaborar, había tanta excitación y felicidad. Nací fácilmente. El choque con esta realidad fue intenso y duro: luces molestas, frío, aspereza, voces fuertes. Me llevó mucho tiempo encarnar totalmente la pura energía que traía. Recién ahora creo que estoy lista para asumirla en su profundidad. Está será un gran año…

martes, 1 de abril de 2008

Un buen propósito para el nuevo cumpleaños

En estos días previos a mi cumpleaños, las cosas se han ido acelerando poco a poco. Dicen los astrólogos que los días anteriores no son muy buenos… y han tenido razón!! Lo bueno es que he podido capitalizarlos, revisando ideas y actitudes que es necesario cambiar.

Buscando escritos viejos, encontré algo de noviembre del 2001 que me encantó. A veces, los ángeles (o mi parte angélica) acercan la Verdad. Hay que saber escuchar (y actuar en consecuencia):

“Vivir radicalmente es servir a la Vida. La entrega espontánea a lo que es, sin evitar nada, sin preferir nada, sin rotular nada. Sólo la experiencia total del momento, en la aceptación de lo que es. Esto es también no evitar lo que no me gusta o me cuesta o es difícil, sino entrar directamente en ello para ser transformado por ello (por la Vida).

¿Por qué el miedo a ser yo? ¿Por qué el miedo a mi poder? ¿Es a ser rechazada, juzgada, envidiada, incomprendida? ¿Por tan poco dejo de lado la maravilla de vivir realmente y de iluminar a otros acerca de esa maravilla? Mi ego define mi vida y dejo que me pierda de la Vida.

Si mi camino es Hacer ilimitadamente: ¿no traiciono mi Ser al encerrarme y vegetar? Confundo Ser con miedo a ser, con congelamiento.

¿A quién le estoy demostrando algo todo el tiempo? ¿A quién le chamuyo todo sin parar? ¿Quién es mi testigo, juez, patrón que me sojuzga? El yo alimenta al yo en la cháchara inútil. Sólo el silencio lo detendrá y permitirá el surgimiento del Yo.

Mi juez implacable me limita y limita a los demás en el nivel más bajo de lo que soy. Teme la expansión de los otros como un peligro que aplastará mi débil yo. Es el yo infantil, es el yo que fue sojuzgado en otras vidas, es el yo que sojuzgó a otros. Sólo el Yo es tan humildemente expansivo que se alegra de cualquier expansión. Quiera Dios que expanda mi Yo esencial hasta ocupar toda mi vida y toda la Vida”.

Me alegra descubrir que ha estado desarrollándolo y que todavía me falta mucho. De eso se trata: de un continuo crecimiento creativo, haciendo brillar cada vez más mi diamante. Una buena meta para mi nuevo año, para este Portal que se abre mañana.

¿Te la haces difícil? ¿Cómo reemplazar la lucha?

Tanto en mi práctica en el Consultorio como por Internet, una de las resistencias más grandes que encuentro es la noción de sencillez y fluidez que caracteriza a la Nueva Energía y que me gusta sintetizar en la frase ABRAZAR LA VIDA (por eso llamé así al sitio).

Durante siglos, la Humanidad ha hecho un culto de la lucha, el esfuerzo y el sufrimiento. Siendo nociones bien masculinas, en este mundo patriarcal, se han erigido en lo deseable y recompensable: ningún triunfo vale la pena si uno no se esforzó hasta el límite (usando la exigencia, la competitividad, el sacrificio), ningún premio obtiene más respeto que aquel que se conquistó duramente, ninguna persona es más admirable que aquella que sufrió desdichas y desventuras y se sobrepuso con tesón y voluntad (por favor, relee nuevamente este párrafo porque te dará muchas pistas de cómo el lenguaje mismo está plagado de estas nociones y, por supuesto, colabora para que las repitamos incansablemente –incluye este agregado también-).

La Ley del Menor Esfuerzo (típica de la Naturaleza y el Cosmos) tiene muy mala prensa. Una persona que hace lo que le gusta, fuera de lo oficialmente reconocido, es medio anormal (como debió pensar hace mucho un ingeniero cuando me preguntó mi profesión y, al decírselo, me pregunto extrañado: “¿y se vive de eso”?). Alguien alegre que vive el presente y no se queja de todo es “tonto”. Un individuo con metas espirituales es “raro”.

Sacarse de encima los prejuicios que traemos y que nos inculca constantemente la sociedad implica una labor extra, pero nos da una enorme libertad. Sin darnos cuenta, vivimos luchando, criticándonos, defendiéndonos, presionándonos, recreando patrones infantiles de desvalorización, mediocridad y resignación, cayendo una y otra vez en el mismo tipo de actitudes, de relaciones, de trabajos, de problemas (aunque hicimos lo indecible para cambiarlos… o eso creíamos…). Después de todo, nuestros abuelos, nuestros padres y nuestros contemporáneos hacen lo mismo: ¿qué más hay?!!

Hay un Nuevo Mundo. El primero paso es conocerlo. El segundo es aceptarlo como posible para nosotros. Esto es arduo al comienzo. Aparecen las resistencias unas tras otras y tendemos a escucharlas y a dejar que nos lleven de las narices. Son notables en la Terapia o en cualquier ámbito de transformación: proyecciones, peleas, abandonos temporales o definitivos, desvalorizaciones, culpas, picoteos aquí y allá sin compromiso real, negaciones, falta de dinero (esta excusa es común a todas las resistencias), etc.

Reaccionamos sacando todas las sombras posibles. ¡Y está bien! Así podemos conocerlas, trabajarlas y liberarlas, reemplazándolas por nuevos conceptos. ¿Cuáles son ellos? Aquí va un resumen:

ANTIGUO PARADIGMA: Es mecanicista. Desintegra, divide, reduce, fracciona. Atiende la parte. Estudia objetos. Es rígido y estático. Niega toda contradicción. Acentúa el poder, el hacer. Es intelectual-racional, lógico

NUEVO PARADIGMA: Es naturalista. Integra, multiplica, suma, crea, unifica. Atienda el todo. Estudia relaciones. Es flexible y dinámico. Acepta la incertidumbre, el misterio. Acentúa el ser, el amar. Reconoce la inteligencia emocional y valora la intuición.

Entonces, si deseas hacértela fácil (te aclaro que, en el gran marco de la Vida, Dios no te va a dar una medalla extra por llevarla difícil: Él quiere tu felicidad y que uses tu creatividad para enaltecer este maravilloso mundo), ¿qué necesitas?

Entregarte, confiar, aceptarte y aceptar, calmarte, cuidarte, liberarte, agradecer, alegrarte. Como notarás, algunas de estas cualidades son femeninas. Tiene que ser así para equilibrar. Seas hombre o mujer, debes sacar tus aspectos femeninos y valorarlos. El mundo ahora no los reconoce ni los estima.

Si algo no funciona, ¿qué haces? Redoblas los esfuerzos y luchas porque crees que “más es mejor”. Muchas veces, no sólo no lo consigues, sino que terminas agotado, vacío, sin rumbo y desesperanzado. ¿Y si te aquietas, respiras, te entregas a lo que sucede, haces silencio, dejas venir las posibles enseñanzas, las aceptas, haces los cambios interiores que se necesitan, pruebas por otro lado, te abres a las sincronicidades, agradeces las bendiciones y lo que va surgiendo, te regocijas en tu poder y creatividad? Digo, para variar…

Por supuesto, esto requiere una profunda fe en ti y en la Vida, una renuncia a tus convencionalismos y una entrega al fluir natural del Ahora. ¿Suena incomprensible? Sólo para tu Ego. Tu Alma vibra de esa forma. Si necesitas ayuda para ponerlo en práctica, aquí estoy.