viernes, 15 de mayo de 2009

Elecciones

Estoy viendo últimamente muchas situaciones que implican decisiones fundamentales. Pueden ser acerca de circunstancias personales, laborales, familiares, emocionales, espirituales… lo básico es que involucran elecciones. Según como yo lo veo, para simplificar mucho, son entre los paradigmas de la Vieja Energía y los de la Nueva.

En esta ilusión colectiva, nos hemos desbarrancado hacia el aspecto material de la existencia y lo hemos imbuido de lucha y esfuerzo, de adquisición y competencia, de injusticias y carencias, de miedos e inseguridades.

Nuevas formas están emergiendo y presionan para ser tomadas en cuenta. Conciente o inconcientemente, muchas personas se están planteando no sólo lo que son y tienen sino cómo lograrlo. Están perdidas, cansadas, hartas. ¿No hay otra manera?

Sus almas los están guiando hacia la Nueva Energía, a través de libros, webs, encuentros, terapeutas (como yo), “casualidades sincrónicas”. Una vez adentrados en ella, permanecen un tiempo con un pie en un lado y un pie en el otro. En algún momento, es necesaria una decisión. Como en toda elección, evaluamos los pros y los contras y, muchas veces, nos quedamos paralizados en la disyuntiva, sin dar el paso final. ¿Qué se nos pide abandonar? Nada más que el sufrimiento.

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