lunes, 28 de septiembre de 2009

Cada momento es una experiencia espiritual

En estas absurdas dicotomías en que nos hemos escindido, la división cotidianeidad/espiritualidad es una de las más perversas. Nos decimos “espirituales” porque leemos al respecto, dedicamos unos momentos a rezar o meditar, vamos a seminarios, practicamos técnicas energéticas, etc. La espiritualidad no es un lugar adonde llegar, un tiempo al que destinar, un ideal. ES LO QUE SOMOS.
Por lo tanto, no es posible desvincularla de nuestro ser o quehacer. Nuestra vida cotidiana es el marco en donde realizarla, es la materia prima en que nos actualizamos. No tiene sentido vivir una existencia sufrida o vacía o con conflictos continuos, mientras se hace un recreo para lo espiritual.
Todo es espiritual. Ese es mi enfoque como Terapeuta. Comparto una reflexión de Qado:


Hoy sería un día maravilloso para expandir su práctica espiritual y desparramarla durante todo su día completo.

Es mi esperanza que ustedes comiencen cada día repartiendo por lo menos unos pocos minutos para centrase dentro de su yo y dentro de la gracia del espíritu. Aún si esto es solamente por unos pocos minutos, que ustedes conscientemente se relajen y se centren en ustedes mismos, relájense, respiren y abran la parte superior de su cabeza para invitar al espíritu y permitirle que los llene. Cada mañana sin falta, deben hacer esto, para que su provisión de paz y tranquilidad aumente día a día, para familiarizarse con la sensación de paz en su interior.

Y ahora, hoy, Yo quiero que comiencen a hacer esto más y más conscientemente a través del día, aún cuando estén ocupados en tareas mundanas. Ustedes pueden aún aprender a rodearse del espíritu, llenarse con amor y luz, mientras caminan por el estacionamiento, mientras andan por los pasillos, mientras van hacia la sala de conferencias, mientras están bajo la ducha, mientras están hablando con otro, mientras están sentados en su escritorio trabajando, mientras están lavando los platos.

Hoy, manténganse tan abiertos al espíritu como puedan, para abrirse continuamente, para llenarse y refrescarse ustedes mismos constantemente. No solamente en momentos de necesitad, no solamente en la quietud de la mañana sino todo el tiempo. Esta es la forma más segura posible para que ustedes se sumerjan en este momento en el ahora, para centrarse dentro de este momento y lo que contiene.

Cuando ustedes reaccionan emocionalmente son sacados fuera del momento y fuera del espíritu. Cuando su mente ocupada está inquietándose o de otra manera obsesionándose, repitiendo como un disco inservible, ustedes están perdiendo la gracia posible del momento y la sabiduría que contiene. Acostúmbrense todo el día de vigilar esas señales de un corazón súper emotivo y una mente súper cansada, y luego ábranse al aluvión de amor y luz que están siempre allí para que ustedes se limpien y se llenen ustedes mismos, una y otra vez a través del día.

Se darán cuenta que pueden aceptar la experiencia más ordinaria, quizás alguna tarea que previamente hallaron aburrida o tediosa y transformarla en paz y alegría simplemente por conducirse ustedes mismos hacia la luz y al amor mientras la realizan. Ustedes se darán cuentan, mientras hacen esto, mientras practican su intervención consciente con el espíritu en todo momento, esto hace muy poca diferencia con el espíritu y la búsqueda en forma continua para realizarse y satisfacerse que han estado emprendiendo, fue innecesaria.

Esta es una forma de aceptación que va mucho más lejos que forzarse a aceptar algo poco satisfactorio. Esta es una intervención verdadera con el momento y con lo que contiene, eso convierte el contenido del momento en irrelevante, que deja bien claro que la única cosa importante en este momento es: ustedes y su conexión con el espíritu, su presencia en el interior de la luz pura y el amor de la vida vibrante, contenida en este momento como en todos los instantes.

¿Cómo pueden no aceptar este momento cuando están envueltos en esta perfección? Sean conscientes de ello. Utilícenlo bien.

Aquí está una pequeña plegaria para hoy:
Cada momento es una experiencia espiritual. Yo me mantengo en el interior de cada momento y me abro a mí mismo en este momento. Me abro a mí mismo al torrente de luz y amor que está siempre allí, llenándome. Permito que me llene tan plenamente que Yo sé que soy luz y amor y solamente luz y amor.

Yo estoy calmo y sosegado en el interior de la luz. Yo soy amoroso y estoy reconfortado y lleno de paz. Yo estoy centrado profundamente en quien soy y también en completa unidad con todo lo que es. Cada momento resplandece con mi luz. Cada momento está lleno de sol con amor. Yo soy profundamente bendecido.

Yo soy luz. Yo soy amor. Yo soy paz profunda y conexión. Yo soy.

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