lunes, 2 de noviembre de 2009

Liberas las mentiras y crees/creas tu verdad?

Un paciente, muy inteligente y original, se había enganchado en un encendido ataque contra las falsedades del sistema, llegando a la conclusión de que todos saben que mienten. Le hice notar que no es así: algunos engañan con total conocimiento, otros ocultan parte de la verdad y otros ni siquiera saben que están inmersos en la mentira.

Los más notables representantes de este estado de cosas son los políticos, los periodistas, los empresarios y, en general, los que están cerca del poder. Por distintas “coincidencias”, desde muy joven, estuve en contacto con personas de estos grupos y me sorprendía el enorme nivel de mentiras que circulaba y cómo se filtraban hacia abajo. También, me asombraba cómo algunos estaban tan convencidos de sus propias farsas que eran excelentes vendedores de las mismas. Lo que más me pasmaba era la cantidad de gente que respetaban y, muchos, se intimidaban frente a esos señores encumbrados que no eran nada más que personas comunes, con ribetes narcisistas o directamente psicopáticos. Me sirvieron muchísimo estas experiencias porque dejé de idealizar y temer al poder y comencé a preguntarme cuál era el verdadero poder.

Estamos en tiempos muy interesantes acerca de este tema. Las mentiras son tan enormes que la credibilidad de estos grupos está siendo cuestionada fuertemente. Incluso, una de las ficciones más difundida como es la supuesta felicidad e igualdad que el capitalismo iba a traer para todos está cayéndose ante el peso de la realidad. El antiguo proverbio ha sido modificado a “nacemos, consumimos y morimos” y estamos viendo que nos iremos llenos de cosas pero vacíos de sentido. Eso si tenemos la suerte de pertenecer a ciertos países y condiciones sociales…

Hace tiempo, leí en algunas canalizaciones que toda mentira iba a ser expuesta hasta que no quedara más que la verdad. Desde entonces, noté que saltaban muchos desatinos que, en general, todos sabíamos pero de los cuales no se hablaba a nivel público (corrupción, negociados, guerras ficticias, violaciones de todo tenor, etc.). Haciendo caso omiso de las versiones “oficiales”, podemos recorrer la Web, por ejemplo, y encontrar toda clase de denuncias e investigaciones, con distinto tipo de certidumbre.

¿Y a nivel personal? Sucede lo mismo. Comenzando por las familias: desde hace unos años, muchos me escriben contándome cómo han salido a la luz viejos secretos y ocultamientos, que han modificado considerablemente las falsas estructuras en las que estaban montadas. En otro nivel, la mayor concurrencia a terapias ha hecho que se pongan en evidencia ciertos manejos oscuros que se perpetuaban de una generación a la otra, acarreando sufrimientos y frustraciones.

En lo individual, vivimos oscilando entre mentiras blancas, grises y directamente negras. Todavía creemos que podemos ocultarlas bajo la alfombra y que no pasará nada (o yendo a terapia sin realmente hacer ninguna transformación). Gran error. Estamos siendo inducidos a confrontarlas sin falta y a concretar nuestra verdad, a veces con suaves empujones y otras con patadas cósmicas. Como siempre, es mejor hacerlo por propia voluntad que esperar que la acumulación devenga drama.

La mentira más grande es creer que esta magnífica Matrix es todo lo que hay y que el Ego es todo lo que somos. Desde él, racionalizamos y acomodamos las cosas sin darnos cuenta de que sólo emparchamos los problemas, sin solucionarlos. Así, caemos una y otra vez en los mismos errores, amplificándolos hasta niveles de una complejidad y dolor increíbles. A veces, me escriben largos mails con una sucesión de tragedias que no son más que repeticiones de un conflicto inicial que no fue resuelto y que fue amontonando personas y situaciones hasta finalizar en el agotamiento y el vacío existencial.

¿Se puede volver de esto? Por supuesto que sí. No me voy a cansar de repetirte que la aceptación de la verdad y el perdón te liberarán y te darán un nuevo inicio. ¿Por qué estarías fuera de lo que Dios/Diosa ha otorgado a todos los seres? Un amanecer, un brote, una flor, un despertar, una respiración te recuerdan que siempre tienes la oportunidad de recomenzar. Cuando superes la constante reactividad del Ego y traigas la luz de la conciencia a tu vida, las mentiras se disolverán y tu Ser abrirá las puertas a tu verdad más hermosa: eres Hijo de Dios/Diosa y co-creas tu vida en consonancia con el amor, la abundancia y la paz disponible para todos, porque Todos somos Uno.

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