miércoles, 13 de julio de 2011

Conectarte con... tigo mismo

Cuando insto a conectarse con el Alma (o con los Guías), inmediatamente aparece la incredulidad o la imposibilidad. Acostumbrado a pensarnos como seres físicos/mentales, separados de lo espiritual (que parece estar en otra galaxia) creemos que tenemos que hacer complejos rituales, cursos esotéricos, meditaciones profundas, estar iluminados. La conexión está siempre allí, como una radio que transmite las 24 horas, pero nunca es sintonizada.

Entonces, en principio, cree posible el vínculo de una forma natural y sencilla. Pregunta, consulta, conversa. Luego, estate abierto y atento. Deja que la información llegue a ti. Quizás, lo "escuches" como una voz o como un pensamiento o puede venir como un artículo que lees, una charla con alguien, un programa de televisión, una canción. Lo importante es el silencio interior que hagas para poder acceder. La continua charla ensordecedora del Ego es un impedimento. La voz del Alma es suave, leve. Necesitas aprender a dominar la mente inferior para acceder a la intuición, a la conexión.

¿Cómo diferenciar uno de otra? El Ego te llena de opciones, de planes B, de miedos, de dudas. El Alma te hace sentir confiado, fuerte, amado. Puede ser dura y veraz en sus respuestas, pero con un tono dulce y entusiasta. Si te cuesta escuchar, prueba con un péndulo para comenzar.


Cuando aconsejo conectarte, entregarte, confiar no me estoy refiriendo a ningún ser extraño, fuera de ti, sino a Ti Mismo, a un nivel superior que tiene todo el panorama y desea el aprendizaje y la mejor experiencia. A tu Ser.

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