martes, 28 de abril de 2015

¿Sigues tus ritmos y te facilitas la vida?

Entre las Leyes Universales de la Metafísica, está la del Ritmo: «Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.»

Desde hace mucho, observo las oleadas que se suceden y no dejo de sorprenderme.  Cuando estoy bastante tiempo en un lugar, por ejemplo, veo el constante flujo y reflujo de personas.  Se nota en los bares, los lugares públicos, el tránsito, los ascensores, etc.  No me refiero al horario normal de entrada y salida o de horas pico, sino a ese otro ritmo más insondable del que no tenemos registro y del que, no obstante, somos protagonistas casi involuntarios.  Escucho el edificio en silencio y abro la puerta para ir hacia la terraza; en ese mismo instante, dos personas salen: ¿qué hizo que, en un inmueble chico, a los tres se nos ocurriera salir en ese segundo?  Las oleadas de ritmos pueden ser de años, meses, días u horas.  ¿Has notado que, de pronto, hay una cima de actividades múltiples impresionante, que finaliza tan rápido como comenzó?  ¿Has percibido semanas tranquilas y semanas frenéticas?  Hace mucho, anoto mis turnos con lápiz porque los cambios pueden ser caóticos y, también por eso, decidí dejarle mi agenda a mi Alma, porque yo no tengo la capacidad de arreglar semejantes vaivenes.

En nuestra sociedad industrializada, queremos que el ritmo sea siempre ascendente y jamás se detenga, como en el gráfico de ventas ideal.  Nos enojamos o nos desilusionamos cuando algo nos frena.  La electricidad y la luz artificial nos han alejado de los ritmos naturales, aunque el cuerpo los continúa imperturbable.  Siempre queremos más y es justamente el cuerpo el que nos detiene, con alguna enfermedad o accidente, para que nos tomemos el tiempo de reflexionar, de evaluar, de finalizar algo, de preparar lo nuevo, de descansar, de disfrutar. 

Creemos que ser exitosos y plenos es estar en movimiento.  Parece que nos horroriza quedarnos quietos.  Es símbolo de pereza, de fracaso, de vacío.  Sin embargo, en estos tiempos acelerados, detenernos y conectarnos es la solución que no tomamos en cuenta.  La rapidez es enemiga de la profundidad.  Es como las olas, que están en la superficie; ellas van y vienen, pero las corrientes que todo lo mueven están muy por debajo.



Como no tenemos un punto de vista amplio y abarcador (el Ego no ve más allá de sus narices, por más que piense que es omnisciente), nos perdemos de los ritmos con que nuestra vida se despliega.  Queremos forzar situaciones y/o personas para que suceda lo que deseamos, cuando deseamos, como deseamos.  Como le comentaba a una consultante, a veces lo conseguimos, porque nuestra Alma es tan sabia (y pícara) que nos da lo que queremos solo para que seamos concientes de que no es lo que nos conviene (y de que no todo lo que reluce es oro).  Por eso, la insistencia en que “todo es mente” y que lograremos los deseos a través de los pensamientos es equivocada.  No son los pensamientos de nuestro Ego los que dirigen nuestra vida, son los planes de nuestra Alma. 


Como habrás descubierto, los ritmos actuales son más rápidos; pasamos del vals al rap.  Las consecuencias de lo que hemos pensado, sentido, dicho y actuado y la materialización de ello que antes podían tardar años (y hasta vidas) ahora están a la vuelta de la esquina.  Más razón para respetar los reflujos y reflexionar.  Nos perdemos la Vida al correr.  La guía de nuestra Alma está siempre disponible, pero su voz es suave, baja, profunda.  Es amiga del silencio y la quietud.  Aun en medio del trajín, podemos estar en silencio interior y concientes de que no estamos solos ni perdidos ni abandonados y escuchar-nos.  Confiando y en paz, podremos seguir los ritmos armoniosos que nos conectan con todo.  

martes, 21 de abril de 2015

CONFIAR es el requisito para crear una nueva vida

A medida que las energías se sutilizan y los vientos de cambio se endurecen, más asuntos sin sanar y/o sin concluir surgen a la superficie para su resolución.  Esto supone una presión bastante fuerte para todos, ya que, solamente a través de liberar conceptos y vivencias perimidos, es que lograremos plasmar nuevas creaciones.  Suena lógico y real, pero llevarlo a la práctica hace brotar numerosos temas que acarrean miedos, enojos y dudas en una combinación ardua de atravesar.

Nuestra normal reacción de resistirnos y quejarnos dificulta más el ajuste a una nueva realidad.  Cuanto más dilatamos la solución, más se profundiza el problema y luego nos encontramos con que “estamos luchando en diversos frentes, con pocas estrategias viables y sin municiones”, como lo tradujo risueñamente un consultante hace poco.  El mismo acto de resistir ya supone un esfuerzo físico, emocional y mental considerable.  A esto debemos agregarle que nuestro cuerpo está pasando por transformaciones notables para acomodarse a un nuevo nivel de energía.  Resultado: no damos más.  Dificultades en el sueño, problemas en la piel y en la digestión, cansancio extremo y explosiones de actividad, mareos y náuseas, resfríos y rinitis, síntomas varios que van y vienen son manifestaciones comunes.  Desorientación, extrañamiento, perder las metas que ya habíamos definido, sentirnos en el vacío también están a la orden del día.  Una amiga, que está a punto de vender su casa y su fábrica y no tiene planes de ninguna clase, me decía que estaba en el aire y que, extrañamente, eso no la angustiaba como pensaba.  “Estamos reseteando”, le contesté y nos reímos porque eso es lo que sentíamos.

¿Qué se necesita para continuar?  Confianza.  Ni resistencia ni lucha.  Esas son las estrategias del Ego, que quiere controlar el proceso y llevarlo hacia sus áreas conocidas, para sentirse seguro y cómodo.   Es tan nuevo y distinto lo que está sucediendo que no hay parámetros antiguos para seguir.  El Ego busca en sus programas conocidos para poder adaptarlos, pero no le funcionan y se desespera y, en lugar de entregarse a lo desconocido, se esfuerza más y más problemas crea.  Es un círculo vicioso que no quiere dejar.



Reconocer que no sabemos para dónde ir y aceptar que nuestra Alma sí y que puede guiarnos es la solución.  ¿Cómo hacerlo?  Conociendo las conductas y los mandatos familiares y sociales que arrastramos, sanando las heridas, aceptando lo que es (clave para reconstruir), abriéndonos al potencial que reside en nuestro interior.  Eso implica confiar en nuestro Ser.  ¡Menuda tarea!  No estamos acostumbrados.  No nos han enseñado cómo lo material y lo espiritual están integrados y son uno, cómo la vida cotidiana es una metáfora de la espiritual, cómo nuestro cuerpo procesa los niveles sutiles, cómo estamos unidos a todo y atraemos de acuerdo a nuestra vibración.  Es una labor sagrada que ocupa cada uno de nuestros minutos… si así lo decidimos.  Cuando cambiamos la visión, cambiamos todo. 


Al vivir nuestra existencia con una conexión diaria a nuestra Alma (y por lo tanto a Todo Lo Que Es) abrimos instancias que jamás se nos hubieran ocurrido, porque el Ego no puede ver más allá de sus restricciones.  Al confiar en que lo que sucede es lo mejor para nosotros, nos relajamos en el aquí y ahoraNos debemos una vida extraordinaria.  ¡Qué revolucionario!  ¡Qué evolucionario!  Debemos terminar con las limitaciones que nos han y nos hemos impuesto por siglos.  Podemos permitir la vida que hemos soñado.  Una vida sencilla, próspera, conectada, alegre, creativa, amorosa.  Comienza con la relación con nosotros mismos.  Y continúa con los demás.  Es una espiral ascendente de Luz y Armonía.  Es tiempo.

lunes, 13 de abril de 2015

¿Víctima o Salvador? Nadie gana en este juego.

Hace poco, una nueva consultante me decía compungida: “Al final, haberlo apañado tanto tiempo fue peor; debería haberlo dejado enfrentarse con la realidad hasta que aprendiera”.  Se refería a su hijo, a quien ella (en contra de su marido) había “cuidado” por más de 45 años como a un niño que siempre tenía mala suerte y lo engañaban en sus trabajos.  La verdad era que su hijo se había acostumbrado a que su madre lo sacara continuamente de las dificultades y no había madurado de acuerdo a su edad.

Mucha gente que tiene el síndrome del Ayudador cae bajo estas supuestas víctimas.  Cada uno está jugando el rol que más le calza y ninguno de los dos crece.  Las “Ambulancias” (porque siempre están corriendo atrás de los dramas de los demás) no son tan buenas y solidarias como parecen.  En el fondo, no soportan el dolor de los otros porque no pueden soportar el propio.  Al ver reflejados sus problemas internos, corren a solucionar los de afuera sin ocuparse de los suyos.  Para colmo, adquieren una pátina de reconocimiento y gratitud que los hace sentir bondadosos y plenos, lo cual tapa cualquier traba de autoestima o inferioridad que tengan.  Sus socorridos han conocido desde chicos la comodidad de que otros le arreglen sus desafíos y tienen un radar para ubicar ambulancias que sigan preservándolos de desarrollarse.  Algunos son concientes de esta manipulación y otros creen que no valen y que precisan que los asistan siempre. 

El resultado final es que los salvadores terminan agotados y vacíos y las víctimas más empobrecidas y débiles.  Nadie gana en este juego.  La sobreprotección genera bajo nivel de tolerancia a la frustración y la falta de auto-contención y satisfacción.  Forma niños eternos, necesitados.  En un extremo, están los que se muestran como infantiles y en el otro los que actúan de madres/padres.  Son las dos caras de una misma moneda; es una dependencia mutua.



Mi consultante actúa como un almohadón.  Ante cada posible o real choque de su hijo, ella le pone un confortable amortiguador para protegerlo.  El problema es que no sucede solo un par de veces: es una escalada.  Si cae de un primer piso sobre un gran almohadón, no se lastima; si lo hace de un décimo piso, se estrella malamente.  Además, en cada salvada, él aumenta su creencia de que es frágil, de que no sirve, de que no es suficiente.  Y con esto también remonta el resentimiento hacia el ayudador, porque, en el fondo, hay un tema de poder en esta relación.  Yo puedo y tú no. 

Esta juego no es privativo de los padres (sobre todo de las madres, porque a las mujeres le han reforzado este rol como función fundamental).  Lo llevan adelante también otros miembros de la familia (hermanos mayores, por ejemplo), amigos, personas con dinero y, más allá, instituciones y gobiernos, que refuerzan la articulación víctimas/salvadores.  ¿Qué se logra con esto?  Que nadie sea conciente de su poder interno, de su fuerza, de sus posibilidades de aprendizaje y superación, de su capacidad de creación y construcción, de su madurez, de su habilidad de contenerse y amarse, de su disposición para la sabiduría y la guía interior. 

Estamos en procesos de reconocer el valor de lo que somos y de concretarlo.  Cada vez que no permitimos que el otro aprenda y madure, lo debilitamos y no le dejamos reconocer su potencial.  Cada vez que hacemos esto con nosotros mismos, no nos concedemos brillar tan intensamente como podemos.  Aunque no nos demos cuenta, en los últimos tiempos, hemos estado liberando mucho de lo que nos atrapaba en la oscuridad de las limitaciones y carencias.  Aprovechemos la Luz de la Nueva Energía para iluminar nuestros más grandes sueños y llevarlos a la realidad de una Tierra amable.  Es la mejor ayuda que podemos brindar: la del ejemplo de que se puede vivir feliz, abundante, creativo y amoroso.


viernes, 10 de abril de 2015

¡Cursos y Manuales a valores increíbles!

El 2 de abril fue mi cumpleaños número 60.  ¡Vaya número!  Me siento de 35, con una vida por delante, pero el número está, jajaja!!  Para festejarlo, he decidido darte yo un regalo. 

¿Conoces los Cursos y Manuales?
-      Cómo manejar las emociones
-      Cómo cambiar la actitud
-      Cómo vivir en el aquí y ahora
-      Cómo atraer abundancia
-      Cómo usar la Respiración para mejorar tu vida cotidiana
-      Cómo vivir relajado y sin tensiones
-      Cómo fluir con la Energía
-      Cómo reducir el estrés laboral

Todos comienzan por CÓMO porque es lo que nos preguntamos frente a los desafíos más importantes que tenemos frente a los cambios y mi propósito es darte recursos corporales, mentales y espirituales integrados para lograrlo.  Simples, eficientes, poderosos y, sobre todo, usables dentro de tu vida diaria, tanto personal como profesional.


Aquí va mi regalo: 

Cada uno de los Cursos y Manuales
por tan solo $ 100.- para Argentina
o 10 dólares para otros países
(en Uruguay, en cuenta de Banco BROU).

Esta oportunidad comienza el lunes 6 de abril y finaliza el lunes 8 de mayo (no incluye Tutoría, sólo los Cursos y Manuales en forma de EBooks).   Como te habrás dado cuenta, estamos en tiempos de cambios acelerados y fuertes.  Fluye con ellos a través de las herramientas de la Nueva Energía.  Haz tu pago ahora y recibirás inmediatamente los EBooks que hayas elegido. 

Cualquier consulta, escríbeme a laurafoletto@abrazarlavida.com.ar  Estoy aquí para guiarte y acompañarte.  Te mando un luminoso abrazo.

miércoles, 8 de abril de 2015

Informe de las Energías de Abril

Es un nuevo mes y uno que será un poco más tranquilo que marzo, ya puedo sentir el cambio de energía  al escribir esto, restando dos días del presente mes. Podemos tomar un gran respiro ahora porque hemos superado uno de los períodos más poderosos que hayamos tenido en mucho tiempo. Pero no se acomoden mucho porque abril tiene un eclipse y es tiempo de tamizar las cenizas del Fénix para decidir qué vamos a resurgir, qué es lo que está pasado de fecha y qué ha salido de nuestras vidas por sí mismo.
El eclipse total de luna del 4 de abril es compañero del eclipse de octubre 8 del 2014 y activa la séptima cuadratura Urano/Plutón del 17 de marzo del 2015. Esta era la que correspondía con el séptimo chacra o centro de energía, nuestra conexión con la fuente divina. Eso no significa que todos tenemos que quedarnos en una esquina y esperar el autobús salvador que venga y nos rescate. Significa que estamos activando nuestra divinidad, la parte poderosa, conectada, maestra de nosotros mismos a la que necesitamos acceder si vamos a vivir en nuestras frecuencias más elevadas y a nuestro mayor potencial.       
Estamos en un patrón evolutivo que está incrementando en intensidad a medida que somos capaces de integrar más energía. Mientras más nos abramos a la energía, más rápido ésta ingresa. A veces estamos tentados de esperar a que termine el flujo, para ver lo que enfrentamos, pero eso no funciona. En cuanto abrimos la puerta para recibir la energía, ésta nos inunda y mientras más recibamos y elevemos nuestras frecuencias, más podremos recibir. Puede ser un poco abrumador y es por lo que necesitamos dejarle espacio limpiando nuestro actual espacio energético. 
Si me siguen en Facebook comparto lo que sé cuándo está entrando mucha energía porque tengo urgencia de limpiar mi casa, liberar los espacios, reorganizar mis gabinetes y deshacerme de cosas. Aunque mi espacio físico se beneficia por la reorganización, a nivel energético estoy liberando espacio para nueva energía. “Cómo es arriba, es abajo, cómo es adentro es afuera”. La urgencia que tienen de limpiar cada closet en su hogar o rebuscar en viejos papeles y fotos de hace 20 años es su confirmación de que están creando espacio para que una energía nueva y diferente entre a sus vidas.   
Pero qué hacen con todo lo que está patas arriba en su vida? Hay tres elecciones que pueden hacer ahora, para organizar su espacio energético y tomar las decisiones que mejor le sirven a sus intenciones. El Fénix, la criatura mítica que se destruye a sí misma para surgir de sus propias cenizas se ha quemado, ahora es momento de resurrección.



De qué quieren hacer resurgir o crear una nueva versión? Todo lo que ‘no funcione’ ha salido de su campo de energía. El sueño puede seguir siendo válido, solamente necesita nueva energía, una nueva intención y quizá un mayor propósito. A veces la cosas no funcionan porque no fijamos la vara lo suficientemente alto, no soñamos lo suficientemente grande, bloqueamos nuestro propio progreso, o no permitimos que la cosas se expandan a su pleno potencial. Si es algo que todavía quieren, pueden hacerlo resurgir creando un resultado aun mayor y más pleno. Y estén abiertos a diferentes versiones de ese resultado también, hagan espacio para los milagros. 
Qué está más allá de su ‘uso según la fecha’? Saben cuándo algo ha terminado simplemente porque han perdido la energía que lo rodea y aunque puedan estar todavía colocando energía en esto, hay mucha obligación, compromiso y responsabilidad con poca alegría y gracia. Si están aferrándose a algo que pudiese ponerse mejor un día o después, es probablemente momento de dejarlo ir. Todo en su vida ocupa un espacio energético y cualquier cosa que ustedes esperan que cambie eventualmente está ocupado el espacio de algo que sí está listo para ustedes ahora.
Qué está saliendo por sí mismo de su vida? Algunas cosas, personas y situaciones salen calladamente por la puerta bajo su propia energía y no hicimos nada para forzarlo, al menos no directamente. Todos nuestros puntos de conexión cambian cuando hacemos un cambio energético. Entonces todos y todo en nuestra vida tiene que decidir si pueden, quieren o desean conectarse con nosotros a estos nuevos niveles. Puede que no sean capaces de hacerlo y por tanto se van. A veces esa partida es grácil, en otros caos, cuando no tienen el coraje de decir ‘no puedo’, harán algo tonto como tener una relación, desaparecer, crear un gran argumento que termina en un adiós lacrimoso, su trabajo termina, su casero les dice que está vendiendo la casa en que viven, hay mucha formas de manifestarse. Puede ser molesto y convulso, pero es justo algo que se está desconectando de ustedes porque ya no puede enfrentarlos en esta nueva frecuencia. 
Es tentador creer que pudiésemos haber hecho algo diferente, pero todo y todos elegimos ahora y ellos no elijen ‘contra nosotros’, ellos elijen por sí mismos lo que está bien para ellos. La energía cambiante de ustedes los enfrenta con una elección poderosa – cambiar la energía de ellos también o encuentran a otro que esté  en una energía en la que ellos se sientan cómodos. Pero ellos los ayudan a ustedes a crear el espacio en su vida para cosas que resuenan con su energía, así que todo tiene solución.
Pueden sentir que toda su vida está de cabeza, que nada es estable o seguro y de cierta forma no lo está. Nos hemos limitado en muchas formas durante mucho tiempo y ahora necesitamos expandir nuestra frecuencia, vibración y potencial. Para hacerlo necesitamos despejar lo que está ocupando ese espacio en este momento. Una vez que el polvo se asiente, todo lo que nos sirve y resuena con nosotros y con nuestra intención estará con nosotros y todo lo demás no lo hará. Pero como hemos despejado el espacio, hemos dejado lugar para que nuevas energías entren a nuestra vida. Y esto es lo que veremos en abril. Así que sean implacables en su casa y en su auto despeje, creen sus intenciones más poderosas y permitan que entren las nuevas energías. Ellas estarán disponibles ahora para ustedes, todo lo que tienen que hacer es abrirles la puerta, invitarlas y asegurarse que hay espacio en el sofá para que se acomoden. Que tengan un mes maravilloso.   

Jenniffer Hoffman

lunes, 6 de abril de 2015

¿Te ayudo a comenzar una nueva vida?

Quizás, te has dado cuenta de que, desde fin del año pasado, te he estado exhortando más que nunca a que tomes tu vida en tus manos, aprovechando la Nueva Energía.   ¿Qué diferencias tiene con la antigua?  El mundo de la Vieja Energía basado en percepciones tridimensionales proseguirá su espiral descendente hacia la violencia y el caos. Los que vivan en ese mundo de ilusión sentirán ansiedad, estrés e ira, especialmente acerca de cuestiones económicas y de seguridad. Pero este mundo está despertando y, cuanta más gente se despierte, más evidente se hará su naturaleza ilusoria.

Esta Nueva Tierra está surgiendo a la manifestación, basada en el Amor Incondicional, y va haciéndose cada día más fuerte. Los que hayan cruzado a la Nueva Tierra sentirán su positiva y amorosa energía de apoyo y de alegría a medida que vayan empezando a vivir desde el corazón y se hagan más diestros en las habilidades de creación de abundancia y milagros. Ustedes, queridos, son los pioneros y líderes que manifestarán la Nueva Tierra viviendo su verdad y sus pasiones y creando abundancia, alegría y amor”.

Si observas un poco el mundo, ya te habrás percatado de esta realidad.  Ahora, la elección es tuya.  Estas energías coexisten en ti y es fundamental que tomes partido.  ¿Cómo hacerlo?  El otro día, una joven consultante que recién comienza me decía que estaba dándose cuenta de cómo estaba “tomada” por sus emociones y actitudes acerca de casi todo; de cómo había ido cayendo en una especie de rutina de enojo y ansiedad, que opacaba su vida y lo que la rodeaba, echándole la culpa a sucesos externos. 

Se dice que el 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa y el otro 90% con la forma en cómo reaccionas a ello.  ¡Qué importante principio!  Tú no puedes controlar que un ómnibus llegue tarde, que se rompa tu heladera, que tu esposo se ponga iracundo o que tus hijos chillen.  Pero sí puedes manejar tu reacción… y con eso ya tienes todo casi solucionado. 

La mayoría de estas reacciones son aprendidas en tu infancia y se disparan solas, casi sin que tengas conciencia.  “Me gusta esto, odio aquello, yo no sirvo para eso, yo no puedo aquello, yo soy esto o lo otro”.  Nada de esto está escrito en piedra, son sólo respuestas condicionadas por tu carácter, entendimiento y entorno de tus primeros años.  ¿Los arrastrarás por el resto de tu vida?  ¡Qué tontería, no te parece?!!





Algo muy interesante: ¿sabes que los sinónimos de “reacción” son: resistencia, rebeldía, obstrucción, renuencia, desobediencia, obstinación e intransigencia?  ¿Así es cómo manejarás tus situaciones?  ¿Es de esta manera cómo solucionarás tus problemas?  Evidentemente, no.  Entonces, comienza a observarlas y a decidir con cuáles te quedas y cuáles desechas.  Siéntete libre (pues lo eres) de tomar las determinaciones que necesites para concretar el potencial que traes, pues no viniste aquí a pagar culpas ni a sufrir innecesariamente.  Viniste a aprender a ser feliz y a crear de acuerdo a tu hermoso espíritu.

¡Pero es tanto lo que tengo que cambiar, me canso de sólo pensarlo! me dijo mi consultante.  Día a día es la indicación.  Cada día te trae algún aprendizaje.  No mires demasiado lejos ni te cargues con el pasado.  Toma cada momento y aprovecha lo que trae.  Coloca conciencia, alegría, magia en cada instante.  ¿No te gusta planchar?  Pon música, hazlo al ritmo y agradece que tienes ropa y que te verás de maravillas.  ¿Tu hijo está molesto?  Llama a tu Niño Interno y jueguen juntos.  ¿Estás lleno de deudas?  Deja que se solucionen solas mientras te das cuenta de que la abundancia está dentro de ti, revisas los conceptos de carencia y baja autoestima que te han inculcado, te propones nuevas metas y trabajas con perseverancia, entusiasmo y fe en que serás guiado hacia ellas, sabiendo que no todo procede de tu trabajo (la Fuente de Prosperidad tiene muchas formas).

Lo fundamental es que pongas en acción lo que ya sabes, con constancia.  Este es un año de grandes concreciones si te pones del lado de la Nueva Energía. 
¡Comienza ahora, aprovechando el impulso del Nuevo Año! 



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¡Aquí estoy para acompañarte!

miércoles, 1 de abril de 2015

Cómo solucionar las resistencias al cambio

Cuando comenzamos un proceso de transformación o de crecimiento o un proyecto, llega un momento en que nos topamos con las resistencias internas.  Dentro del “combo” que somos, una parte desea lo nuevo pero otras tienen miedo, dudan, se desmerecen, son cómodas, etc.

Tenemos tres formas de tomar las resistencias: luchar, rendirnos o fluir.  No hay manera más rápida y eficiente que escuchar el cuerpo para comprenderlo.  En mi Consultorio, cuando se presentan en un consultante,  le digo que se pare y levante las manos exponiendo las palmas.  Le pido que imagine que yo soy un obstáculo a eso que desea y lo empujo con mis manos.  La mayoría tiende a empujarme más fuerte, a lo que le respondo con más intensidad hasta que termino prevaleciendo (sé cómo pararme para hacerlo).  Algunos simplemente dejan que los empuje y se van para atrás, rindiéndose de entrada, convencidos de que no pueden o de que no valen.

Estos dos extremos simbolizan las respuestas básicas del estrés: o luchamos o huimos.  La sociedad privilegia la lucha.  Lo que no nos damos cuenta es que, cuanta más energía ponemos en pelearnos con los problemas, más los reforzamos (en este caso, yo opongo tanta resistencia que acaban cansándose y dejan).  No puede ser más gráfico.  Acostumbramos fortalecer los problemas al pelearnos con ellos.

Pasa igual cuando ponemos demasiado esfuerzo en conseguir algo: o nos agotamos o lo alejamos.  Resulta fácil de observar en una mujer que quiere embarazarse; si no lo consigue rápido, se obsesiona al punto que no lo logra.  Cuando lo suelta y se relaja (porque adopta o abandona la obsesión), es más probable que quede embarazada.  La fuerza que ponemos en conseguirlo es lo que impide lo que deseamos: tenemos que salirnos del camino.





¿Cuál es la tercera opción?  Fluir.  ¿Qué es eso?  Según el diccionario, es algo que corre con facilidad.  El ejemplo más claro es el agua, que sigue su recorrido por los lugares de mínima resistencia.  ¿Cómo sería en el caso de las manos?  Descubrir el punto justo en que se armonizan ambos empujes y podemos  ir hallando un ritmo común hasta danzar juntos. En algún momento, me deja y baila su propia melodía.  Ha aprendido lo suficiente del obstáculo y ya puede liberarlo. 


Finalmente, ese es el propósito: hay una resistencia interna (que generalmente se manifiesta externamente) que es necesario aceptar, conocer, aprender y soltar.  Así, podemos continuar el camino más fuertes, sabios y comprensivos.  Es necesario comprender esta dinámica, porque, cuando decidimos iniciar algo, siempre tendremos retos y ellos son imprescindibles para el aprendizaje.  El problema radica en la forma en que los tomamos: resistiéndonos y victimizándonos.  La solución es darnos cuenta apenas aparecen y preguntarnos para qué están ahí, qué partes nuestras están manifestándose y necesitan evolucionar.  O peleamos o danzamos.  Es nuestra decisión.